Editorial
EDITORIAL
DR. JUAN MANUEL PRIETO
El 23 de abril de 1958, el gobernador de la provincia suscribió el decreto 5413.
Este acto de gobierno concretó un fuerte deseo de la masa médica que desde hacía cierto tiempo bregaba por la creación del sistema.
Uno de sus más entusiastas promotores fue el Dr. Sergio Provenzano de La Plata.
Por el año 1957 se realizaron una serie de reuniones donde acudieron médicos delegados de los pueblos y ciudades de la provincia. La ciudad capital, Avellaneda y Azul fueron las anfitrionas donde los médicos debatieron el proyecto. Por General Pueyrredón y el entonces llamado Colegio de Médicos de Mar del Plata, hoy Centro Médico, se hicieron presentes los doctores Guido Pezzatti y Jorge R. Martinez, ya por entonces activos gremialistas médicos.-
Se trataba de redactar el proyecto de ley de colegiación.
La gobernación de la provincia aguardaba al doctor Oscar Alende.
La legislatura de la provincia ratificó el decreto fundacional y El 3 de junio se sancionó la ley 5857 que declaró la vigencia del ordenamiento jurídico.
Y cómo estaban organizados los médicos de esa época ?
Unicamente la Federación Médica de la Provincia de Buenos Aires, fundada en 1942 con las afiliadas entidades primarias. Era una estructura netamente gremial.
Bien sabían los médicos que aún faltaban dos estamentos para completar la defensa profesional. El uno destinado al ordenamiento ético de la actividad, el reconocimiento de las especializaciones y el control de la matrícula. Estas tareas habrían de plasmarse en los Colegios y se logra en 1958. El otro apuntaba a la protección previsional, objetivo que se cumple entre 1962 y 1964 con la creación de la Caja de Previsión y Seguro Médico.-
En diciembre de 1958 el doctor Ernesto Brik sucesor del doctor Guido Pezzatti en la titularidad del Centro Médico de Mar del Plata, se encontraba también en plena tarea de reorganización.
Se fueron realizando los preparativos desde allí, para concretar el funcionamiento de este Colegio de Médicos del IX Distrito.
Se integró el primer Consejo Directivo, presidido por el doctor Angel López, secundado por los doctores Jorge H. Sorhanet (vicepresidente), Dr. Jorge Luis Sancholuz (Secretario), Carlos De Natale (prosecretario), Roberto Cabassi (tesorero), Angel Martijena (prosecretario) y Rodolfo Malbran (secretario de actas) y los consejeros doctores Antonio Pilone , José A. Barbieri, Hernán Cova von Kotsch, Manuel Castro, Francisco Stea, Horacio Rodríguez O’Connor, Mario Monti, Hugo Longo, Raúl Michelini y Carlos Macias, quienes colaboraron estrechamente con él.
El primer administrativo del Colegio fue don Victor J. Moreno, que matriculó casa por casa a los médicos de Gral. Pueyrredón y pueblo por pueblo a los del interior del distrito. Su paciencia, prolijidad y esmero fueron proverbiales.
En noviembre de 1959 el Colegio daba sus primeros pasos. Las fichas de matriculación dispuestas alfabéticamente. Los libros contables encolumnando sus cifras. Las actas labradas.
Instalado en la antigua casa del doctor Caporaletti, aquí, en este mismo solar, compartía el recién nacido Colegio la sala comedor que también era la biblioteca del centro gremial.
El Centro Médico hizo al Colegio un adelanto de diez mil pesos nacionales para afrontar sus primeros gastos. En sus estatutos societarios, la entidad primaria, a través de sus dirigentes Dres. Brik , presidente, Acosta Aguirre, secretario, Genoud y otros distinguidos dirigentes, dispuso que en caso de disolución del Centro, su patrimonio se destinaría al recién creado Colegio.
Completaron el staff permanente del Colegio el Dr. Alberto Aguerre Yanzi como asesor legal, el Contador Vicente Ricciardi Gioia como asesor contable y Mercedes Romero como administrativa.
Los cuatro fueron, durante muchos años, los colaboradores intelectuales y manuales de los dirigentes.
Pasaron los años funcionales. Se vivieron etapas felices y otras aciagas. Los acontecimientos de nuestro país modelaban y condicionaban el andar con sentido democrático y respetuoso. Cuando las urnas estaban guardadas, al decir de algún gobernante de facto, los médicos las usaban y elegían libremente a sus cuadros.
Tiempos llegaron ni tan plácidos ni tan tranquilos para el Colegio. Temas ríspidos trajeron enfrentamientos y preocupaciones a los dirigentes. Finalmente primó la tolerancia y la comprensión. Entendimos que la medicina no se realiza por caminos idénticos, sino que admite variantes legítimas y por tanto válidas para arribar a su objetivo que es la salud de la población.
Síntesis realizada con la colaboración del Dr. Alberto F. Aguerre Yanzi.-